1. La historia mítica de Barcelona


La fundación mítica de Barcelona es atribuida a Heracles (o Hércules), hijo del olímpico Zeus y de la mortal Alcmena, del linaje de Perseo al igual que su marido, Anfitrión. Cuenta la leyenda que Heracles navegó hasta la península Ibérica con nueve barcas, una de las cuales, la novena, recaló en las costas de levante. En el lugar donde se encontraba esta barca, Heracles hizo construir una ciudad nueva a la que se denominó barca nona (Barcelona).


La imagen de Heracles niño cuando es rodeado por las dos serpientes que le envía Hera, la esposa de Zeus, para que lo devoren evoca al cayado de oro de Hermes con que el dios separó a dos sierpes que luchaban entre sí y que una vez amansadas se enroscaron en torno a la vara, dando origen al caduceo. Pero la relación de Hermes con el fundador de Barcelona no se limita a esta correspondencia simbólica. Se dice que Hermes, instigado por Zeus, depositó a Heracles niño en el regazo de Hera mientras ésta dormía a fin de que mamase de ella la leche de la inmortalidad. Además, Hermes acompaña a Heracles en su descenso a los infiernos para dominar al can Cerbero, perro-monstruo de tres cabezas, guardián del Tártaro y que se asocia al dragón, lo que permite al héroe completar sus doce trabajos.


Hay huellas de Hermes en la historia de Barcelona, en su fundación -a través del héroe civilizador-, pero también en todos los tiempos. La ciudad se construye y administra por medio de artes transmitidas por el dios Hermes a los hombres aunque éstos hayan llegado a desconocerlo, y cada edificación o acto de gobierno revelan, en su sentido más profundo, a esta deidad intermediaria y esquiva. Además, por causas que escapan a lo racional y previsible, la vinculación de Hermes con Barcelona se ha manifestado de una manera especialmente palpable -hasta se diría que gráficamente- en una determinada coyuntura histórica de la ciudad, a partir de mediados del siglo XIX, sobre todo en relación con el comercio, la industria y el arte de la construcción.


Galería de imágenes


IMAGEN 1
Hermes. Casal de St. Jordi. C/ Casp, 26, Barcelona.


IMAGEN 2

Grupo escultórico "Barcelona", de Frederic Marés. Pl. Catalunya, Barcelona.


IMAGEN 3

Heracles niño y las dos serpientes. Estatuilla de bronce (s. III - I a.C.). British Museum (Londres). Esta escultura simbólica representa las dos energías contrarias que hacen posible la dialéctica del discurso cósmico. El conocido yin-yang de la tradición extremo-oriental tiene el mismo significado.


IMAGEN 4

Estatua en piedra de un Hermes andrógino con atributos del dios y de la diosa Fortuna (la rueda de la diosa se ha figurado aquí como la de la industria). C/ Bergara, 9, Barcelona. La polarización de la Unidad perfecta en macho-hembra o andrógino se corresponde con la idea platónica de las dos mitades idénticas de una esfera. En el simbolismo alquímico, el andrógino representa el verdadero estado humano, en el cual las dos energías que lo conforman están en un perfecto equilibrio.


IMAGEN 5

Reina coronada con una ciudad, sosteniendo el caduceo de Hermes. C/ Diputació, 272, Barcelona.


IMAGEN 6

Bajorrelieve en piedra de un casco alado sobre un libro, coronado por un triángulo invertido (símbolo del elemento agua, análogo al corazón) y flanqueado por un caduceo y un espejo. Llotja de Mar. Passeig d'Isabel II, 1, Barcelona. A un lado y otro del círculo que rodea al conjunto hay diversos símbolos herméticos: el búho, las armas de Atenea, un libro, un globo terráqueo, unos compases y una escuadra.


IMAGEN 7

Medallón con la cara de Heracles-Hércules sobre el caduceo de Hermes. Palacio Moja. La Rambla, 118, Barcelona. Símbolo del héroe triunfante, del hombre que transita por un camino lleno de esfuerzos y aventuras y logra salir victorioso.


IMAGEN 8

Heracles-Hércules y Hermes. Edificio de la Banca y del Crédito Docks, actual Museo de Cera. Passatge de la Banca, 8, Barcelona. Una muestra de que en la Barcelona comercial del siglo XIX se tenía presente que Hermes era un talismán que atrae las ganancias de todo tipo, aunque aquí el interés está puesto en los beneficios económicos y la prosperidad. En la Filosofía hermética, las riquezas y ganancias se refieren también al valor de las ideas como energías que transforman al ser humano interiormente.


IMAGEN 9

Estatua en bronce de Hermes. Passeig Marítim de Mataró (frente a la estación de tren).


 

 

 

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